El Congreso de Colombia aprobó la Ley de Insolvencia Empresarial, reduciendo el trámite de 24 a 3 meses. Esta ley, que adopta permanentemente los Decretos 560 y 772 de 2020, busca proteger a las empresas, preservar empleos y salvaguardar el crédito. La legislación se enfoca especialmente en las micro y pequeñas empresas, alineándose con recomendaciones internacionales para armonizar los marcos de insolvencia con estándares globales.